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miércoles, febrero 09, 2005

HELLO!



Una de las muchas obras, cuya continuación se ha visto truncada por el fracaso del proyecto de la revista de manga de Planeta deAgostini, el Shonen Mangazine, ha sido la extraordinaria aventura de Hello! de Makoto Kobayashi. El chasco que supuso la revista Shonen Mangazine se lo atribuyo a dos factores: Uno, la mala calidad de impresión, y otro, el incierto futuro de las series que contenía. Y es que, una vez concluidas, no parecían tener ninguna oportunidad de reeditarse en tomos recopilatorios con una mejor calidad. De hecho, las series Gun Smith Cats y 3x3 ojos que venían publicándose en formato cómic-book, pasaron a continuar dentro de la revista y… ¿a quien le interesa una serie publicada de forma unitaria mezclada con publicaciones episódicas en una revista de gran formato y mala calidad?
Volviendo a la obra de Kobayashi, esta es una serie que rezuma alegría de vivir por los cuatro costados. El argumento principal trata de una chica de la provincia de Akita, Haruo Hattori, quien ha terminado la escuela superior y se marcha a Tokio a estudiar en la universidad ya que su sueño es convertirse en maestra de su pueblo natal. Antes de marchar hará una promesa que consistirá en mantenerse virgen durante estos cuatro años que pase en Tokio para entregársela a su novio Kingoro mientras que, por otro lado, su madre, vitalista donde las haya, le anima a comerse el mundo.
Una vez instalado en Tokio, primero en una residencia donde se encontrara con un fantasma, también virgen, después en casa de su amiga Aki quien trabaja en un bar de Ginza. Ante la perspectiva de volver con el fantasma prefiere trabajar en el bar de su amiga y alquilarse un piso para ella sola. Y es en el bar de Ginza, el Club Nine, donde comienzan sus verdaderas aventuras.
Desgraciadamente solo hemos podido disfrutar de su primer día de trabajo, pues la serie se ha cortado a la altura del octavo capitulo. Lo cierto es que sus apariciones en la primera etapa quincenal de la revista, de los 18 números que se publicaron solo se han serializado los primeros 6 capítulos. En la segunda etapa mensual, de 6 números de duración, no ha aparecido ningún episodio y solo al final del cierre de la revista se ha publicado un volumen especial de la revista con las dos últimas entregas alcanzando así el primer tomo de la obra. Finalmente quedó en el olvido y no aparece en ningún proyecto de recuperación. Aparte de Dr. Koh, nunca ha habido otra serie de manga tan maltratada en España.
No obstante, estos 8 escasos episodios nos revelan una obra vitalista y jubilosa, acompañado en todo momento de un excelente humor. Es una obra que nos obliga en todo momento a mantener la sonrisa en la boca, resultando especialmente conmovedor el segundo episodio titulado La promesa. En cuanto a los personajes, todos están construidos a base de personalidades muy definidas, destacando la madre de Haruo y su persistente cantinela de I Like a virgin. En cuanto a sus historias, si bien sencillas, bajo el prisma de Makoto Kobayashi, adquieren un toque delicioso. Por cierto, el propio Makoto aparece en la serie bajo el nombre de Sr. Kombayashi, como el primer cliente del bar en el que trabaja Haruo, dando lugar a la explicación del título de la serie en una divertida y memorable anécdota, de esas que visto desde fuera no tiene la mayor gracia pero que se disfruta como si hubiera sucedido dentro de tu grupo de amigos y queda grabado para toda la vida.
El estilo gráfico de Makoto es depurado, con línea clara y una exageración brutal de las bocas de los protagonistas, sobre todo cuando sonríen o gritan, lo que no hace sino aumentar su impacto expresivo, lejos de ser una deformación. Además mantiene un uso correcto de las tramas, colocándolas allí donde hace falta, sin virguerías estilísticas y los fondos son reconocibles para cualquiera que viva en Tokio.
Una cosa que me llama la atención de los cómics en general es lo fácil que resulta dibujar a los personajes masculinos y que encima sean muy diferentes entre sí dentro de la misma obra, relegando a los personajes femeninos a un estereotipado que, con algunas variantes, suele repetirse muy a menudo, siendo muy similares entre sí, dificultando a veces reconocerlas y diferenciarlas dentro de la misma obra. Y reconozco que es difícil dibujar personajes femeninos con diferentes rasgos y que por encima sean guapas.
Pues nada, con Makoto Kombayashi estamos de enhorabuena. Esta es una obra con personajes esencialmente femeninos (Haruo, La madre de Haruo, Aki, Tomomi, La "Mama", Chinatsu, Rumi, Yuki, Seiko y Kyoko) lo que resultaría complicado mantener las diferencias para reconocerlas en el desarrollo de la historia, pero Makoto lo resuelve con una facilidad pasmosa. En ellas podemos adivinar incluso lo que pesa cada una, distinguir la forma de la cara y los ojos, la forma de mover los labios y las manos, el tipo de peinado, los gustos en el vestir, etc… siendo cada una de ellas, irrepetible y con personalidad propia. Todo ello lo podréis comprobar mejor en el sexto episodio, El primer trabajo, donde nos aparece una panorámica del bar en el momento de entrar Haruo, con los clientes y las camareras mirando fijamente hacia ella. Increíble. Son tod@s diferentes, no maniquíes fabricados en serie.
Y todo ello sin perder la vitalidad que los caracteriza. Una vitalidad que hace que salgas a la calle y digas: ¡Que buen día hace! con toda la alegría del mundo. Si alguna vez me preguntasen que obras deberían reeditarse en este momento, sin duda Hello! estaría entre las primeras.

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