HARD STORY
El álbum publicado en 2001 por Norma Editorial (antes muerta que asequible), Hard Story, contiene, a mi juicio, uno de los más sugestivos principios y uno de los más llamativos finales, aunque no debería estar hablando de principio y de final, pues ambos conceptos no existen dentro de la obra. Esta es una obra que no tiene ni inicio ni fin, como nos lo urde hábilmente el conocido dibujante de las historietas eróticas de la revista Playboy, Horacio Altuna, que en esta ocasión destapa su faceta como guionista, dejando las extraordinarias ilustraciones a cargo del dibujante Jorge González, quién recientemente ha publicado Mendigo dentro de la (asequible) Editorial Glénat.
Esta es una historia de amor, a pesar de desarrollarse la acción en un suburbio feo y ruidoso, donde, como en todas partes, se compra la vida, el amor y la muerte, solo que más barato. Esta es una historia de amor a pesar de tratarse de la vida de un macarra de poca monta, Jimmy The Shame, que se dedica a la gestión de prostitutas sin demasiado éxito. Esta es una historia de amor a pesar de que el objeto de sus amores es una prostituta recién llegada, Natalia, cuya aparición aporta una nueva luz a la vida de Jimmy. Esta es una historia de amor a pesar de que Jimmy asesine cada noche a los clientes con los que se acuesta Natalia. Esta es una historia de amor pese a que Natalia sospecha y finalmete descubre que Jimmy es el autor de estos sádicos asesinatos. Esta es una historia de amor en estado puro, llena de violencia y oscuras pasiones, como en todas las grandes historias de amor.
En el apartado gráfico, se merece un sobresaliente, pues las ilustraciones de Jorge González acompañan a la perfección el poético texto de Horacio Altuna. Con trazos, hasta cierto punto, schielianos que fluyen a través de una corriente embriagadora, plasmando los claroscuros de esta historia de amor en un tono y desarrollo narrativo descaradamente musical, como una ópera trágica, con personajes perfectamente definidos. Magistral resulta el retrato de Jimmy The Shame, en el que podemos apreciar su naturaleza desquiciada y esquizofrénica, en contrapunto con la femenina y tierna Natalia. Tampoco nos podemos dejar en el tintero a los clientes de Natalia, sobre todo el matrimonio burgués que busca aventuras fuera de la unidad familiar o el padre que hace debutar a su hijo. Y es que, aunque pasajeros, resultan extrañamente inolvidables.
Esta es una obra llena de viñetas de esas que pasan a la historia por su capacidad de sugestión, como ya sucede ahora con la obra de Juana de Arco, de Andrés Leiva. Unas viñetas que desbordan y palpitan pasión a través de un sabiamente usado blanco y negro.
En fin, una de mis obras favoritas, de esas que leo una y otra vez sin que pierda por completo la magia que me cautivó desde el principio.
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