UN COMIC ROMANO
Aquí tenemos una sencilla secuencia de dos viñetas procedente de una pintura mural pompeyana, hoy en el museo de Nápoles, que es un perfecto ejemplo de arte secuencial romano y con bastantes características propias de un cómic actual. Paso a comentarles el breve argumento: En la primera viñeta vemos a dos personas jugando una partida de Duodecim Scripte, una suerte de juego de azar. El personaje de la izquierda exclama Exsi (¡Sale!) dando a entender que ha salido el número que necesitaba para triunfar. Acto seguido, el de la derecha señala con el dedo y contesta Non tria duas est (No es un tres, sino un dos). Y de las palabras pasan a los golpes en el recuadro siguiente. Así, el de la izquierda vocifera Noxsí, a me tria, ego fui (¡Tengo tres, no dos, yo gané!) mientras el otro le acusa de Orte fellator, ego fui (¡Tramposo de nacimiento! ¡Yo gané!) En este momento aperece por la derecha el tabernero (este tipo de juegos se realizaban de forma clandestina en la trastienda de las cauponae u hosterías y las popinae o tabernas). Este tabernero, al mismo tiempo que intenta separarlos les escupe las siguientes verbas: Itis; foris rixatis (¡Idos! ¡A pelear afuera!)
Esta tira de indudable contenido humorístico (…están locos estos romanos…) y reflejo de la vida cotidiana pompeyana, contiene bastantes características propias de un cómic. En primer lugar, la distribución del tiempo y la acción enmarcándolas dentro de dos cuadros o viñetas, expresándose en una secuenciación del tipo acción a acción, es decir, juegan y luego pelean. Aquí sostengo que el autor quería expresar una historia a través de la yuxtaposición de imágenes, pues si quisiera haber representado una simple riña, podría haberse limitado a un simple recuadro en el que apareciesen ambos jugadores peleándose frente al tablero mientras el tabernero intenta separarlos. Mas sencillo, ¿no?
Otra característica es la inclusión del texto dentro de la imagen pero, atención, no en cualquier sitio sino justo encima de la cabeza de nuestros protagonistas, como si de allí procediesen las voces. Aún sin emplear el bocadillo, se ve con nitidez de que boca provienen los distintos enunciados.
Tampoco podemos olvidarnos de que los personajes principales, o sea los jugadores, repiten sus rasgos y vestimentas en ambas viñetas, lo que implica la repetición de motivos para expresar de que se tratan del mismo personaje en los dos recuadros, entablando así una relación entre ambos, y esta relación solo se entiende desde un punto de vista secuencial.
En fin, un ejemplo de cómic romano encontrado dentro del arte secuencial, cuyos orígenes se remontan a la prehistoria. Sobre el origen de la secuencia, de la que tengo una interesante teoría, ya hablare en otra ocasión. Lo que me gustaría es hablar sobre lo que necesita una obra para ser considerado cómic, sin dejar de ser por ello, arte secuencial. Repito, el cómic, es una manifestación, quizás la más extendida, del arte secuencial, entendido este como "Ilustraciones yuxtapuestas y otras imágenes en secuencia deliberada con el propósito de transmitir información y obtener una respuesta estética del lector" según Scott MacCloud. Uno de los problemas que se trazan es su reproductibilidad, es decir, que pueda imprimirse en un papel o un conjunto de papeles que forma un volumen y pueda ejercerse el noble arte de leer sin prejuicio de donde se encuentre el original. De acuerdo, el fresco no es muy reproductible que digamos pero actualmente con una fotografía en la que se ha traducido el texto al castellano actual y luego impresa con el único objetivo de ser leída ¿Pasa a ser este un cómic?
Otra cuestión que se me ha planteado es que esto no se puede considerar cómic por el sencillo hecho de que antes no existía… el término. Esta es, pues, una cuestión semántica que habrá que seguir discutiendo. De la misma forma que antes no podían existir las clases sociales, termino acuñado por Marx, sino estamentos o jerarquías. Sean estamentos, jerarquías o clases sociales, lo evidente es que la separación de las personas por su nivel social, de importancia o de riqueza siempre estuvo presente en todas las épocas. Así pues, este fresco romano, denominándose como murales con carácter secuencial y no cómic ¿No persiguen ambos términos el contar una historia a través de la mezcla de imágenes y palabras dentro de unos márgenes dispuestos en secuencia?
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