.

miércoles, mayo 04, 2005

MANUAL DE INSTRUCCIONES



La semana pasada adquirí una mampara enrollable para la ventana situada en el techo del ático, solucionando de una vez por todas el problema de decoloración que ejercía la luz solar sobre mis libros pues mantener una bolsa de plástico negro sujeta mediante grapas y cinta no era plan, aparte de ser incomodo y antiestético. Una vez montada la mampara he estado como una hora subiéndola y bajándola, controlando la luz entrante a mi antojo. Bueno, una maravilla, vamos. Pero no era eso de lo que quería hablaros sino del manual de instrucciones de montaje que la acompañaba. Antes de continuar os advierto que esta es otra de mis rayadas mentales acerca de las infinitas maravillas del arte secuencial así que los que tengáis cosas mejores que hacer o tenéis el cerebro demasiado sensible, podéis pasar libremente de este post. Sin embargo, bienaventurados seáis los curiosos y sedientos de saber.
En fin, aquí tengo el manual de instrucciones de montaje de la mampara, con una portada y 7 páginas con un número variable de viñetas, repletas de signos pero ninguna palabra y estudiando la situación, este manual de instrucciones expresado en forma de arte secuencial me ha facilitado enormemente la vida. Me explico. Si miráis con atención este manual, imaginaos redactar este mismo manual pero mediante palabras y oraciones. Seguro que no hay dios que lo entienda. En cambio, utilizando una simple secuencia de gráficos apoyados por una serie de signos fácilmente interpretables como son las flechas rojas, allana completamente el camino que lleva a su satisfactoria instalación.
Ahora vamos a echar un vistazo a su funcionamiento, bastante similar a una buena historieta. Tras una portada que resume de forma gráfica el contenido, en la primera página se nos presentan las coordenadas espacio-temporales, es decir, frente a la ventana en cuestión y de día con el objetivo de obtener una buena iluminación para el perfecto desarrollo del trabajo. También se nos presentan a los personajes principales, es decir, a la Señora Mampara y sus hijos gemelos, los Rieles. Luego tenemos a los secundarios, que serían los hermanos Punzón y Destornillador. Por último están los extras: Tornillos y Piezas de plástico. Una buena presentación ¿verdad? Las páginas siguientes son un continuo discurrir de los personajes que, ayudados por fuerzas humanas, cobran vida y encuentran su lugar en el mundo. A lo largo de la historia se encuentran momentos especialmente tensos expresados por el gran número de viñetas cargadas de detalle y movimiento ralentí. Pero esta es una historia con final feliz y algo húmedo.
Lo que quiero expresar con este post que suena más a cachondeo que otra cosa, es descubrir que estamos necesitados de este medio de expresión que es el arte secuencial y que encontramos en todas partes de nuestra vida cotidiana como en las tarjetas de instrucciones de salvamento de los aviones, el manual de instrucciones del DVD e incluso en el antiguo bote del Colacao en el que se observaban dos viñetas, una echando las cucharadas del Colacao en el vaso y la otra removiendo la leche. ¿Os acordáis? En casi todas partes podremos encontrar ejemplos de arte secuencial de carácter informativo, ejerciendo una eficacia mayor que las palabras por si solas.
Las características predominantes en estos ejemplos de arte secuencial informativo son la simplicidad del diseño y el seguimiento de un lenguaje completamente icónico ayudado por medio de signos y en algunas ocasiones conjuntos de letras formando una palabra, no con finalidad semántica sino más bien expresando un ruido como ¡click! o similares.
Aquí tenemos al arte secuencial en una de sus formas más simples, siendo el cómic una forma más avanzada y compleja de dicho arte secuencial así que por favor, pido a los enteradillos que no se rían del tebeo considerándolo como algo insustancial o para niños. Necesitamos, para bien o para mal, al arte secuencial. De hecho, lo hemos necesitado desde tiempos inmemoriales como se podría observar en las pinturas rupestres en las que cuando se intentaba expresar una acción, no era suficiente una sola representación por lo que se colocaban dos en secuencia, una para la acción y otra para el resultado. Aquí nació el arte secuencial motivado por la necesidad de expresar una actitud que llevase a un resultado en una época en la que todavía no se había inventado la palabra y se ayudaban del dibujo. A fin de cuentas la palabra no es más que una forma simplificada y evolucionada de un dibujo. Pero de ello ya hablaré de forma más amplia en otro post. Ahora voy a disfrutar del subidón de ácido lisérgico que me ha dado escribiendo este post.
Si quereis más sobre manuales de instrucciones, compraros ya El hombre del perrito de Fermín Solis que va sobre un tío que se dedica a dibujar manuales de instrucciones. Tambien tenemos manuales de instrucciones en Jimmy Corrigan, de Chris Ware. Ala, instruccionaros.

Etiquetas: , ,