IMPRESIONES DE VIÑETAS DESDE O ATLÁNTICO III
VENTURA Y ENRIQUE BRECCIA
El segundo autor con el que me encontré fue Ventura, el autor de Grouñidos en el desierto que sigue haciendo su aparición semanal en la revista de humor de El Jueves, serie que se encarga de llevar en solitario tras la muerte de su compañero Nieto. Al lado de Purita Campos se hallaba y he de decir que no tenía tanta audiencia a pesar de ser la suya una inteligente serie de humor. Ahí estaba como un pobre diablo atendiendo amablemente a la gente que se acercaba a pedirle un retrato de Groucho, un amable abuelete que todavía conservaba parte de su aspecto gamberro e hippie de los años 70. Me llamó especialmente la atención una vivaracha jovenzuela que se acercó a su mesa y a la que se le notaba enamorada de su personaje, un momento de emotiva ternura no exenta de picardía.
No tuve que esperar mucho para que me dedicase el dibujo que aquí os dejo.
El siguiente autor frente al que me planté fue Enrique Breccia, autor de Lovecraft, un dibujante imposible de satisfacer la totalidad de las demandas de sus admiradores debido al detallismo y pulcritud con que elaboraba sus dibujos, dedicando una media de 20 minutos cada uno. Ahí estaba esbozando cuidadosamente a lápiz, entintando con mano segura y algunas veces, aplicando colores. Un autor que se toma muy, muy en serio sus dibujos aunque sean para un fan de paso. Un autor del que he tenido que desistir de guardar cola ya que estaba próximo el cierre. Una lástima.
El segundo autor con el que me encontré fue Ventura, el autor de Grouñidos en el desierto que sigue haciendo su aparición semanal en la revista de humor de El Jueves, serie que se encarga de llevar en solitario tras la muerte de su compañero Nieto. Al lado de Purita Campos se hallaba y he de decir que no tenía tanta audiencia a pesar de ser la suya una inteligente serie de humor. Ahí estaba como un pobre diablo atendiendo amablemente a la gente que se acercaba a pedirle un retrato de Groucho, un amable abuelete que todavía conservaba parte de su aspecto gamberro e hippie de los años 70. Me llamó especialmente la atención una vivaracha jovenzuela que se acercó a su mesa y a la que se le notaba enamorada de su personaje, un momento de emotiva ternura no exenta de picardía.
No tuve que esperar mucho para que me dedicase el dibujo que aquí os dejo.
El siguiente autor frente al que me planté fue Enrique Breccia, autor de Lovecraft, un dibujante imposible de satisfacer la totalidad de las demandas de sus admiradores debido al detallismo y pulcritud con que elaboraba sus dibujos, dedicando una media de 20 minutos cada uno. Ahí estaba esbozando cuidadosamente a lápiz, entintando con mano segura y algunas veces, aplicando colores. Un autor que se toma muy, muy en serio sus dibujos aunque sean para un fan de paso. Un autor del que he tenido que desistir de guardar cola ya que estaba próximo el cierre. Una lástima.
posted by Xastriño at
15:44
