DIBUJAR O NO
Hace unos años, en la edición de Viñetas dende o Atlántico de 2003, cuyo plato fuerte fue una muestra de los trabajos de Alberto Breccia, enseguida me quedé enamorado de los originales de una pequeña historia titulada Dibujar o no, que pasa a ser el tema de comentario de hoy. Dibujar o no es una breve historia que condensa en sus 8 escasas páginas una magna lección de cómo hacer un buen cómic, por no decir que es mi cómic breve preferido. A partir de un imaginativo guión de Juan Sasturáin que narra la historia de un país dibujado gobernado por un déspota que no sabía dibujar, Alberto Breccia nos demuestra una vez más que es el Picasso de los cómics, como dijo el cineasta Fernando Pino Solanas. Pero vayamos por partes.
En primer lugar, el guión, aunque parte de una premisa casi infantil, encierra bajo su apariencia una hábil trama que denuncia las dictaduras y sobre todo a los gobernantes absurdos y despóticos que pagan con la sangre del pueblo sus frustraciones. Y es que la historia del tirano que no sabia dibujar capaz de condenar a un pueblo triste y oprimido pero, por encima de todo, que sabía dibujar como medio de aliviar su negra existencia, nos deja entrever ecos de países latinos cuya alegría de vivir contrasta con la negrura de los poderosos.
Sin embargo este guión no sería lo que es sin los dibujos de Alberto Breccia. Este autor uruguayo nacido en Montevideo en 1919, imprime a la historia de Juan Sasturáin un delicioso carácter único e irrepetible gracias a la expresividad de su dibujo más basado en la pincelada llevada por una mano nerviosa que en el trazo regido por normas académicas. En esta historia el color tiene una vital importancia, pues muchas veces es la mancha de color y no el trazo lo que se encarga de definir las formas y los volúmenes en una explosión de formas abigarradas y tremendistas.
La suma de ambas partes da como resultado una obra que, al margen de la historia que nos cuenta, nos introduce en un mundo de sensaciones coloristas que tienen mucho que decir. A pesar de la brevedad de las páginas, se puede observar una y otra vez su maestría a la hora de controlar unos colores escurridizos y aceitosos que parecen escapar por todas partes pero que saben quedarse donde deben estar.
¡Quien me diera dibujar como Alberto Breccia!
Obra creada en 1965, es de lamentar que no haya más obra de Breccia publicada en España aparte de Mort Cinder (Planeta) El buscavidas (Planeta) y Los mitos de Cthulhu (Sins Entido) y algun albúm suelto proveniente de editoriales sudamericanas. Creo que esta historia no ha visto la luz en España… por ahora.
Etiquetas: Alberto Breccia, Juan Sasturáin, reseñas